Mi formación como pediatra con especialización en nutrición infantil me ha permitido comprender a fondo las múltiples causas que pueden afectar el desarrollo físico de los pequeños, y entre ellas, una de las más comunes y a menudo subestimadas son los parásitos intestinales.
Cuando un niño no crece como se espera, los padres suelen pensar primero en la genética o en la alimentación, pero rara vez imaginan que lombrices intestinales o parásitos intestinales en niños pueden estar interfiriendo silenciosamente con su crecimiento. Este artículo tiene como objetivo ayudarte a entender cómo estos organismos afectan la salud infantil, cuáles son los síntomas de parásitos intestinales más comunes y qué hacer para prevenirlos y tratarlos de forma efectiva.
Los parásitos intestinales pueden interferir con el crecimiento del niño
Los parásitos intestinales son una causa frecuente, pero a menudo inadvertida, del retraso en el crecimiento infantil. Estos microorganismos como las lombrices intestinales, giardias y oxiuros, se alojan en el intestino y compiten con el cuerpo del niño por los nutrientes esenciales que necesita para crecer. Cuando esto ocurre, el niño puede presentar bajo peso, talla inferior a la esperada y una disminución en su rendimiento escolar o físico.
La buena noticia es que esta condición puede prevenirse y tratarse con éxito. Identificar a tiempo los síntomas de parásitos intestinales y acudir al pediatra para realizar los estudios correspondientes es fundamental. A lo largo de este artículo te explicaré cómo detectar señales tempranas y qué medidas tomar para cuidar el desarrollo saludable de tu hijo.

¿Qué es la parasitosis?
La parasitosis es una infección causada por diferentes tipos de parásitos intestinales que habitan en el tubo digestivo. Estos organismos pueden ser microscópicos, como la Giardia lamblia, o visibles a simple vista, como las lombrices intestinales. Se transmiten principalmente por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por contacto con superficies sucias o animales infectados.
En niños, esta infección es más común debido a que suelen llevarse las manos a la boca con frecuencia o jugar en el suelo sin una adecuada higiene posterior. Una vez dentro del cuerpo, los parásitos interfieren con la absorción de nutrientes, provocando deficiencias alimenticias que pueden afectar directamente el crecimiento y la salud general del niño.
Si observas que tu hijo no presenta un desarrollo de crecimiento eficiente, es momento de realizar una valoración especializada.
Afectación en el crecimiento de los niños
Los parásitos intestinales en niños actúan como verdaderos «ladrones de nutrientes». Se alimentan de lo que el organismo del pequeño necesita para desarrollarse: proteínas, hierro, vitaminas y minerales. Esto provoca una desnutrición progresiva, aun cuando el niño tenga una dieta aparentemente adecuada.
Además, la infección crónica puede alterar el metabolismo, causar inflamación intestinal y disminuir el apetito. Todo esto se traduce en un crecimiento más lento y, en algunos casos, en un desarrollo físico y cognitivo inferior al promedio. Por eso, si notas que tu hijo está más delgado, cansado o irritable, podría ser un signo de alerta de una parasitosis intestinal.

Síntomas de los parásitos intestinales
Reconocer los síntomas de parásitos intestinales es clave para actuar a tiempo. Aunque pueden variar según el tipo de parásito, existen señales comunes que deben encender la alarma en los padres:
- Dolor o cólicos abdominales frecuentes
- Náuseas o vómitos
- Pérdida de apetito
- Picazón anal, especialmente durante la noche
- Distensión abdominal o gases
- Heces blandas o con mucosidad
- Fatiga constante y palidez
- Retraso en el crecimiento
En muchos casos, los niños con lombrices intestinales pueden tener alteraciones del sueño o irritabilidad debido al malestar nocturno. Ante cualquiera de estos síntomas, es importante acudir al pediatra para confirmar el diagnóstico.
Efectos de los parásitos intestinales
Los efectos de los parásitos intestinales no se limitan al sistema digestivo. Estas infecciones pueden provocar anemia, deficiencias nutricionales, afectaciones inmunológicas y alteraciones del comportamiento. Cuando los nutrientes no se absorben correctamente, el cuerpo no tiene los recursos necesarios para mantener funciones vitales, incluyendo el desarrollo óseo y muscular.
En la siguiente tabla se resumen los principales efectos que los parásitos intestinales pueden generar en el organismo infantil:
| Tipo de Efecto | Descripción | Consecuencia en el niño |
| Nutricional | Pérdida de nutrientes esenciales | Retraso en el crecimiento |
| Inmunológico | Disminución de defensas | Mayor riesgo de infecciones |
| Digestivo | Inflamación intestinal | Dolor, gases y diarrea |
| Cognitivo | Fatiga y dificultad para concentrarse | Bajo rendimiento escolar |
Estos efectos pueden agravarse si no se realiza un diagnóstico temprano. Por ello, la prevención mediante hábitos de higiene y controles médicos regulares es la mejor estrategia.
Diagnóstico y tratamiento de los parásitos intestinales
El diagnóstico de parásitos intestinales en niños se realiza generalmente mediante un examen coproparasitoscópico, en el cual se analiza una muestra de heces para identificar el tipo de parásito. En algunos casos, se pueden requerir pruebas adicionales o análisis de sangre para evaluar el nivel de anemia o deficiencias nutricionales.
El tratamiento incluye medicamentos antiparasitarios, siempre prescritos por un médico, y medidas complementarias como una adecuada higiene personal, lavado de manos antes de comer y después de ir al baño, así como hervir el agua o consumirla filtrada. Además, es recomendable desparasitar a toda la familia y reforzar la dieta con alimentos ricos en hierro y proteínas.

Preguntas frecuentes sobre los parásitos intestinales
¿Cómo saber si mi hijo tiene parásitos intestinales?
Observa si presenta pérdida de apetito, cansancio, bajo peso o picazón anal. El diagnóstico se confirma con un examen de heces.
¿Las lombrices intestinales son peligrosas?
Sí, pueden causar desnutrición, anemia y retraso en el crecimiento si no se tratan a tiempo.
¿Cada cuánto se debe desparasitar a los niños?
Generalmente cada seis meses, aunque depende de la zona geográfica y las recomendaciones médicas.
¿Cuáles son los síntomas de parásitos intestinales más comunes?
Dolor abdominal, pérdida de apetito, distensión y fatiga constante.
¿Cómo prevenir los parásitos intestinales en niños?
Promoviendo el lavado de manos, el consumo de agua potable y la correcta cocción de los alimentos.
